lunes, 31 de marzo de 2014

¿Cómo sé quién eres tú, si ni siquiera sé quién soy yo?

Cuando en nuestra mirada la otra persona empieza a tener otro tinte diferente, cuando las sensaciones que recorren el cuerpo cambian y las palabras que antes no significaban mucho ahora son de relevancia, es momento de saber que lo que vivíamos ha cambiado, la importancia que le dábamos a lo que en casa decían sobre nosotros, ahora ha dejado de ser importante y lo que otra persona (ajena a la familia) diga se convierte en una verdad tan especial como lo es el sol en la playa o la nieve en la montaña.

            Es momento de redefinir lo qué somos, por un lado tenemos lo que la familia (no siempre la consanguínea puede ser el grupo de personas que han ayudado a crecer) nos ha dado y se convierte en parte de nuestra identidad, desde lo especiales que podemos ser a lo alegres, enojones, traviesos o destructores que nos identifica y damos por cierto hasta los atributos que otra persona tiene y ahora se nos anexan a nosotros por el simple hecho de lo que piensa alguien. Cuando estamos con esa persona que en esta etapa se ha convertido en alguien especial, empiezan a darse otras características que hasta el momento no nos habíamos dado cuenta y que en la convivencia se van presentando.

            Si en el momento de decidir a tener una pareja ya se tiene una idea por lo menos general de lo que somos como individuos, eso permitirá que tengamos el tiempo de conocer al otro. Si lo anterior no se da, entonces estaremos tratando de conocernos y conocer al otro sin poder distinguir qué es lo que quiero hacer: conocerme a través del otro o que el otro me diga quién soy mientras que digo que la persona que está a mi lado es muy especial, aunque esto se dé porque lo que yo quiero creer. Una razón importante de conocerse antes de iniciar una relación de pareja es saber lo que busco en ella, que me gustaría vivir con ella.

            Si lo pensáramos bien, es momento de analizar la razón por la cual he decidido tener pareja sentimental o por la cual digo que no es el momento de tener a alguien a mi lado. Que busco en el otro qué me lleva a querer compartir tiempo, espacio con él: llenar espacios vacíos, sentir la sensación tan agradable del contacto físico del otro, poderme sentir querido, saber que le importo a alguien, tratar de entenderme reflejándome en mi pareja. Si lo anterior es lo que quiero encontrar, entonces lo que busco es encontrarme a mí mismo utilizándolo, y cada vez le exigiré más por la necesidad que tengo de saber quién soy. Trataré de exprimirlo hasta que me dé cuenta que no será él quien me lo diga si no que tengo que ser yo quien se dé cuenta de lo que significo y lo que tengo en mí, lo que soy y lo que puedo dar.

            El iniciar una relación sentimental es más saludable si se empieza primero en el origen de lo que soy, aceptando mi herencia familiar (no la económica, sino los valores, costumbres, tradiciones, creencias, etc.) valorando lo positivo, aprendiendo de mis errores, utilizando los defectos para mejorar. Sin buscar que se repita lo que en casa se tiene o evitando a toda costa que lo que se vivió en el hogar se vuelva a repetir, se trata de aprovechar la oportunidad que la pareja da al convivir con ella, conociendo un reflejo diferente de mí mismo en ella.

            Si sabemos quiénes somos entonces podemos permitirnos conocer al otro y aprovechar al máximo la oportunidad que se tiene de tener pareja. No podemos dar cosas que aún nosotros no tenemos, si no logramos esto, el otro se podría convertir sólo en un reflejo de mis carencias y mi falta de personalidad y decisión propia.


LORE y MARCOS

            La pregunta de esta semana es (aquí en el blog o al mail: loreymarcosamor@gmail.com):

¿Si tienes una relación de pareja o piensas tener una, puedes decir que te conoces?



Esperamos tu respuesta.


miércoles, 26 de marzo de 2014

QUÉ ES EL AMOR SIN TI

La relación de pareja ha sido un tema que cotidianamente se menciona, existen libros y revistas que tocan el tema, incluso hay quienes dicen que estar en pareja ya no es una forma adecuada y que es mejor estar libre sin ninguna atadura; si bien puede ser una opción, para nosotros dos, lo que hemos vivido ha sido muy diferente. Ya han pasado más de diez años desde que decidimos estar juntos primero como novios y después como esposos. Lo que hemos vivido en estos años nos ha hecho crecer, aprender, reflexionar e incluso modificar ciertas formas de pensar.

            Lo que hemos pasado ha sido tan especial que decidimos poder compartirlo, a través de decir, escribir y repensar nuestra vida en pareja en un blog, confiando en que nos ayude a saber lo que hemos hecho bien y en lo que nos hemos equivocado, lo que todavía nos falta por vivir y por aprender uno del otro; además de poder contar con la opinión de quienes vean este espacio y nos retroalimenten.

            Nuestra intención es poder hacer una actividad en conjunto ya que lo que esté publicado será fruto del acuerdo al que lleguemos, y refinar lo que durante este tiempo se no ha dado muy bien el poder platicar de algún tema y llegar a un punto en común.

            El título del blog responde a la idea de que para crecer como persona es necesario el otro, incluso como seres humanos sin la ayuda de las personas que nos rodean sería muy difícil desarrollarse y sobrevivir. Vamos conociendo el mundo primero con lo que nuestros padres (o las personas que están a nuestro lado) nos dicen que es, el significado que tiene y lo que debemos valorar o creer.

Al pasar el tiempo nos encontramos con que es momento de dejar la casa, el lugar que durante varios años vivimos situaciones de todo tipo y crear una nueva forma de vida, que al principio pude ser solo o decidir estar ya en pareja, de esta segunda parte es a la que nos referiremos.

Empezar una relación de pareja pareciera que es fácil pero consideramos que inicia con el hecho de saber qué es lo que quiero, lo que espero obtener y la posibilidad de crecer, pero si hiciéramos un ejercicio por recordar qué fue lo que nos hizo querer tener una pareja podríamos analizar que la respuesta no es muy clara. Algunas de las situaciones que ocasionaron que se empezara esa relación pudo haber sido: el hecho de seguir con los parámetros sociales (incluidos aquellas fantasías románticas), romper las reglas de la familia, disfrutar de las sensaciones tan agradables que se tienen al contacto físico con el otro o simplemente sentir que a alguien le gusto, le importo y me quiere.

Sin tener una idea de porque iniciar algo, una relación de pareja,  lo que se haga puede no cumplir con lo que se esperaba obtener y en lugar de ser una situación que se disfrute puede convertirse en algo amargo y triste.

Por eso regresando a lo que decíamos al principio, conocer verdaderamente el amor se da sólo con el otro, en la relación que se empieza a construir con el mundo que se vislumbra ante los dos. De ahí que el título de nuestro blog es “Qué es el amor sin ti”, título que nos ha llevado a compartir estas palabras y saber que realmente sin el otro no podemos llegar a una plenitud como personas, como esposa, como esposo, ambos fundamos una familia y decidimos sin ninguna obligación vivir juntos, despertar juntos, planear nuestro futuro juntos.

Por eso bienvenidos a este blog, los invitamos a participar y ser parte de este crecimiento.
LORE y MARCOS

Para nuestro siguiente artículo tus ideas son importantes por lo que te pedimos que respondas a esta pregunta (aquí en el blog o al mail: loreymarcosamor@gmail.com):


¿Qué te motivó a tener tu primera pareja sentimental (sí la primera, no importa la edad que tenías)?