sábado, 19 de julio de 2014

¿Celar o no celar? Es ahí el dilema.

Después de un tiempo de pensar en que tema sería el adecuado para publicar, platicando nos acordamos de los celos y el significado que tuvo para nosotros. Para cada quien los celos los habíamos vivido y experimentado de diferente forma y cuando lo conversamos en pareja nos dimos cuenta que habíamos logrado encontrarles sentido e incluso aprender de ellos y lo que en un momento significaron. Los celos pueden ser buenos para unos o malos para otros, lo que nosotros hemos aprendido es lo que compartiremos con ustedes en esta publicación.

            ¿Cuál es el significado de los celos? ¿O qué me provoca estar celoso (a)? Son las primeras preguntas que debemos responder para este tema, recordemos que en publicaciones anteriores habíamos mencionado la importancia de conocernos para poder responder a los cuestionamientos que algún momento se nos presentan. Si puedes responderlas, quiere decir que el tema lo has superado o controlado y no te provoca ningún problema en la relación que tienes o próximamente puedas tener.

Si eres de los que los celos te han provocado dificultades e incluso problemas muy graves en tu relación o relaciones que has tenido entonces te compartiremos lo que aprendimos en este caminar de pareja.

La prisa, el miedo o la incertidumbre pueden provocar muchas de las reacciones negativas en el ser humano, incluido los celos.

La prisa por ser “amado” aunque esto signifique sólo el hecho de no estar solo, de tener al lado a quien llene el vacío que creemos tener, la prisa por que llegue el “amor”  salvador de todas nuestras desgracias, y esta prisa ocasiona que decidamos sin pensar, sin darnos cuenta de las cosas; porque si te detienes entonces se pueda ir el tesoro y con ello el amor.

El miedo a que nunca llegue la persona adecuada como la que pasa en las  novelas, las películas, la series o como las fantasías que están en nuestra mente, el miedo a que nunca seamos merecedores de que alguien nos ame, aunque este miedo aún en compañía de la persona amada parece no desaparecer y como sigue presente se busca la forma de que quien esté a nuestro lado siga a costa de todo amándonos, aún con el dolor que le podemos o nos puede provocar.

La incertidumbre de lo que nos han contado que puede pasar, de todas aquellas historias que hemos visto y no quisiéramos que se repitiera en nuestra vida, incluso  pensamos que estamos tan preparados que podemos vanagloriarnos de que a nosotros no nos va a suceder nada parecido y entonces tenemos todo tipo de acciones para demostrar nuestra fuerza, nuestra seguridad, aunque en ello ocultemos la sensación desagradable de saber que hay la posibilidad de “perder” al ser amado.

Estas reacciones pueden ser “normales” para nosotros (aunque sólo buscamos justificarlas en un momento dado)  algunos más podrán decir que es cuestión natural del ser humano, aunque estas reacciones parten del hecho de “perder” o no “tener” el amor en la persona amada y es en este punto donde la experiencia y el aprendizaje de vida nos llevó a darnos cuenta de que:
Ø  Es imposible tener miedo de perder algo que no nos pertenece, lo material es momentáneo y por más que hagamos por conservarlo, este desaparecerá o dejaremos de existir y otro lo tomará, si lo anterior ocurre con las cosas físicas más aún con una persona, el que alguien quiera estar o no a nuestro lado es una situación que se desarrolla en la convivencia diaria, en lo que hacemos porque la persona se sienta amada, en armonía con ella misma y le permitimos crecer, se podrá corporalmente hacer que alguien esté a nuestro lado pero su pensamiento y corazón estarán muy lejos. Es más pleno cuando quien comparte tiempo, espacio sea que parte de su corazón y porque se siente libre de hacerlo, simplemente porque lo quiere y  lo desea.

Ø  El “amor verdadero” no se origina en una historia ficticia o en una novela romántica, sino en el conocerse a sí mismo en saber lo que se puede dar y el tipo de vida que se quiere, entonces es cuando se convivirá con personas, con ideas y perspectivas parecidas a las nuestras y ¡sorpresa! Sin prisas, sin andar correteando aparece la persona con la cual la vida podrá ser muy  excelente vivir cada día.

Ø  Lo que se vaya a vivir en pareja tiene que ver muy poco con las historias anteriores que nos han contado o incluso que hemos vivido, ya que cada sujeto con el que nos encontramos es diferente y tiene formas variadas de entender la vida a diferencia de quien estuvo con nosotros antes. Ninguna historia será igual… a menos de que eso sea lo que se esté buscando, perecería increíble pero puede suceder que aunque no se quiera repetir historias, en el fondo sea mejor pasar por lo que ya conocemos a querer aventurarse a cosas nuevas. Sin embargo, cuando se tiene una idea del camino que se quiere recorrer podrán haber obstáculos pero estos serán sorteados y paso a paso se conquistarán las metas disfrutando el camino que se recorre.

El decidir celar o no celar queda ya en tu decisión, aunque nos gustaría dejarte algo que nos ha servido a nosotros en estos años que tenemos de pareja, “si la energía que utilizas para celar la canalizas en mejorar como persona y hacer sentirse amado (a) a quien está a tu lado, la relación que obtendrás será de lo más satisfactorio pues ambos estarán seguros de lo que quieren y hacia dónde van”.


¿Y a ti te celan o tus celas? (aquí en el blog o al mail: loreymarcosamor@gmail.com).

                                                                                                    LORE y MARCOS

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